escuela
primaria
José
Vicente Villada
Nuestra labor como
docentes permite involucrarnos con el medio que nos rodea, incluso dentro de
nuestro juramento normalista, por los que alguna vez lo pronunciaron, juramos
ser promotores del cambio en nuestras comunidades, sonreír a pesar de todo…
etc., debido a ello nos adentramos en nuestras comunidades, porque ahora ya
somos parte de ellas sin ser nativos de
esos lugares, a donde llegamos con ansias de ejercer nuestra profesión.
La escuela nuestro centro
de trabajo tiene una historia desde antes que nosotros supiéramos que esa
comunidad existía, esta escuela no solo representa la fuente de nuestros
ingresos, sino también el lugar donde dejamos ilusiones, desencantos,
esperanzas y fracasos, éxitos y desilusiones, donde a veces es difícil sonreír
porque las cosas no van muy bien, pero que pronto irán mejor, un lugar donde se
ha visto desfilar a los futuros médicos
de la comunidad y a uno que otro político exitoso que devuelven a su escuela lo
que algún día les brindo, a unas excelentes
madres de familia que dicen: - esta maestra fue la que a mi me enseño y
quiero que ahora le enseñe a mi hijo-.
Las historias se
entretejen en un pequeño lugar que
cambia con la comunidad y con la presencia de todos los docentes que por aquí
desfilan, dejando un trozo de su corazón en cada espacio de esta escuela, como presentaremos a continuación.
La escuela primaria José Vicente
Villada se encuentra dentro de la comunidad de San Marcos Nepantla, un pueblo
perteneciente al municipio de Acolman.
San Marcos Nepantla
es una de las comunidades que colinda con dos municipios muy importantes en
relación a sus fuentes de trabajo y a su desarrollo poblacional de los últimos
años, que son Tecámac y San Juan Teotihuacán.
La comunidad de San Marcos es una de las
más notables de la región, ya que en la década de los 70´ era un pueblo donde
entraba mucha gente a trabajar en la
época de auge en la industria de confección de ropa. En esos años los caminos
ya estaban trazados por caminos de terracería, incluido el camino real por
donde dicen pasó la tropa de los revolucionarios dando origen a la leyenda de”
el árbol de Cabrera”, donde colgaban a los bandidos y asesinos.
Las comunidades crecen y con ellas la
necesidad de tener más servicios, uno de ellos: la educación así que se
reunieron personas notables de la comunidad
preocupados por el futuro de sus hijos y de su comunidad, y dieron
origen a la primer escuela que se construyó en San Marcos Nepantla, la cual
estaba ubicada frente a la iglesia y contaba con dos salones, uno de ellos era
amplio, el otro un poco reducido y con la clásica portada de algunos ayeres que
ya están desapareciendo, la coronaba una pequeña escalinata donde tenía la
Bandera Nacional.
Debido al crecimiento de la población que
se dio debido al cambio de los tractores por las maquinas de costura se
construyeron grandes galerones que albergaban pequeñas fabricas de costura,
también la escuela “José Vicente Villada” creció y se anexaron otras aulas a un
costado de la pequeña escuelita que se usaba incluso para dos turnos y donde
cuentan los maestros que les toco trabajar en ese lugar era un caos trabajar en
el salón grande, ya que entraban dos grupos al mismo tiempo y resultaba difícil
captar la atención de los alumnos y diferenciar entre un grupo y otro o entre las instrucciones de una
maestra y otra.
Los apoyos que se logran dependen del
esfuerzo y del interés de las personas que los requieren. La comunidad de San
marcos ha sido solidaria con respecto a
conservar y hacer crecer los servicios con los que cuenta, así como los
directivos y docentes que se han preocupado por hacer crecer a “su” escuela,
aunque después tomen rumbos diferentes su obra se queda en ese lugar “en la
Villada”.
Durante los años en que la escuela
ocupaba el edificio de enfrente de la iglesia, los padres se encargaban de
llevar el desayuno de los maestros, quienes gustosos disfrutaban de las canastas
tan bien equipadas que las madres de
familia orgullosas llevaban a sus amigos los
maestros.
Como la comunidad creció tanto en el año
de 1983 fue donado un terreno en la “era” donde están los terrenos ejidales
para la construcción del jardín de niños y
de la primaria. Se construyeron con material prefabricado tres aulas y
un modulo de sanitarios para prestar mejor el servicio de educación primaria.
De esta manera “la Villada” estaba dividida en dos: una parte de los grupos se
quedaba en el centro y la otra trabajaba en “la era”, en esta última los
recreos se convertían en un autentico día de campo debido a que los salones se
encontraban adentrados en el campo rodeados de nopales, pastizales, pirus y
güiscolotes, de modo que en las épocas de tunas los maestros y alumnos tomaban
lo que su entorno les ofrecía: “Ten maestra te limpie una tuna roja”.
De esta manera la Villada tenía que batallar con su población dividida en
dos, aunque la principal siempre fue la del centro, ya que en este lugar se
celebraban ceremonias cívicas y reuniones de profesores, así permaneció
por 10 años mas hasta tener en el
terreno de “la era” el cupo completo de salones necesarios para cubrir la
población total de esos años y los salones del centro se quedaron vacíos, a
excepción de los primeros salones que fueron ocupados por la biblioteca y los
demás que en ocasiones eran solicitados a la dirección por grupos de la tercera
edad, Alcohólicos Anónimos o por la delegación de la comunidad. Actualmente
furos derrumbados esos edificios y se construyó
la delegación y la nueva biblioteca pública, dejando sin ningún derecho
a la primaria de esos terrenos a cambio de apoyar la construcción de más aula
en el terreno que ahora ocupa la Villada.
Actualmente la escuela primaria “José
Vicente Villada” cuenta con 13 aulas, una biblioteca escolar, un reducido
espacio para USAER, una dirección, un modulo de sanitarios, un establecimiento
escolar, una sala de reuniones, un salón
de computo, una cancha de basquetbol y una amplia explanada por donde los más
de 500 alumnos juegan, brincan, corren y disfrutan su paso por la “Villada”
como lo hicieron los dos médicos que atienden con sus clínicas a su gente o
como el Diputado local que sigue viendo por su comunidad o como los distintos
profesionistas que se han notado por su
desempeño o como las múltiples madres y padres de familia que ya no van como
alumnos sino como padres de familia.
Lic. E. P. Remedios
Brindis Pérez
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